El circuito de playas de la Costa Verde es sin duda uno de los espacios abiertos más bellos de Lima, y en eso juegan un papel fundamental sus imponentes e icónicos acantilados que miran al mar.
Lamentablemente, debido precisamente a tal hecho, esas grandes formaciones naturales han sido objeto de un trato abusivo por parte de algunos participantes del negocio inmobiliario, que han efectuado construcciones en ellos sin tener la debida consideración al aspecto paisajístico ni a los más elementales criterios de seguridad.
Por eso hoy existen numerosas construcciones, de las cuales las observables en estas fotos son apenas una muestra, virtualmente en el borde mismo del acantilado, representando, con su posibilidad de derrumbe, un enorme riesgo para sus ocupantes y para los numerosos vehículos que transitan por la autopista junto al mar.
Hace pocos días ya hubo una alarma en tal sentido, con un derrumbe que afectó una pequeña parte del espacio. Eso llevó al Instituto Geofísico a efectuar una evaluación y determinar que existen varias decenas de sectores con problemas en dicho aspecto.
Ante eso, y el inminente riesgo de que se produzcan situaciones mucho más graves, como el masivo derrumbe de los edificios situados en el límite del abismo, el gobierno ha emitido una resolución declarando en emergencia por sesenta días toda esa extensa franja, que cubre numerosos kilómetros y varios distritos de la capital. La idea es hacer una revisión exhaustiva, que permita tener más certezas sobre el tema.
Pero la cosa no debería quedar en una simple revisión. Está claro que construcciones como las aquí mostradas, y muchas otras en la zona, representan un terrible riesgo para las personas y deberían ser demolidas de inmediato, pues con el gran terremoto que Lima inexorablemente tendrá podrían ocasionar numerosas pérdidas de vida.
Allí en la Costa Verde, así como en otras zonas críticas de la capital (por ejemplo las construcciones de sus barrios más antiguos y tradicionales) se debería tomar decisiones radicales, para prevenir en lugar de seguir esperando absurdamente, y luego tener que lamentar.
Fotos: Andina
Todo eso se va a tener que demoler y trasladar a esa gente a otro lugar, incluido el Hotel que se encuentra allí, el Inkari. Un desastre lo que genera la falta de gestión en este país, gracias a dios aún no hay muertos.
ResponderEliminarDEMOLER, sipe y claro, llevan maquinaria y aplanan esas construcciones ilegales, por que les da miedo? aplanenlo, punto, el que construyo es corrupto, el alcade es corrupto, y el que compro es corrupto, aplanen esa corrupcion en una, hoy dia mismo.
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