Allí se observaba, por ejemplo, que el Perú había crecido alrededor de 3.5% en el primer bimestre, en tanto que Bolivia, Colombia, Guatemala, Honduras, Paraguay y República Dominicana lo habían hecho a muy buen ritmo en el primer mes.
Lamentablemente, la pandemia del coronavirus ya llegó a la región, y al haber obligado a casi todos los países a aplicar drásticas cuarentenas para evitar el contagio, no solo frenará avances como los mencionados, sino probablemente producirá en el resto del año, con muy pocas excepciones, resultados desde malos hasta desastrosos.
Esto será así principalmente en los países que ya venían con problemas serios o graves en cuanto a recesión, inflación, tipo de cambio, deuda, etc. Entre ellos se puede mencionar a Argentina (cuya actividad productiva ha retrocedido en 19 de los últimos 21 meses, y que es firme candidata a caer en default y probablemente también en hiperinflación), México (que padece la pérdida de confianza de la inversión privada debido al enfoque económico de su actual gobierno), Nicaragua (sumida desde hace muchos meses en una fortísima recesión) y, por supuesto, Venezuela (cuyo desastroso gobierno ahora no solo tendrá que lidiar con su propio desmanejo, sino también con los efectos de la pandemia y el derrumbe del precio del petróleo).
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