domingo, 3 de mayo de 2020

Reactivación y Vuelven los Grandes Proyectos

Consciente de que, pese a la amenazante presencia del COVID-19, la economía no puede seguir semiparalizada, porque ello podría generar muy graves consecuencias para el empleo y los ingresos de la población, el gobierno anunció, como ya había adelantado, el reinicio de ciertas actividades desde este mes, y lo oficializó mediante el Decreto Supremo 080-2020-PCM.

Ello se hará como parte de un plan gradual y progresivo a desarrollarse en cuatro fases, entre los meses de mayo y agosto y que tendrá en consideración los siguientes criterios fundamentales:

De salud pública, a partir de la información que evalúa la Autoridad Nacional de Salud, según la evolución de la situación epidemiológica, la capacidad de atención y respuesta sanitaria y el grado de vigilancia y diagnóstico implementado.
De movilidad interna, ante un posible aumento del riesgo de contagio.
De la dimensión social.
De actividad económica y la evaluación de la situación por los sectores competentes del Poder Ejecutivo.

Las actividades incluidas en la Fase 1 del plan son:

Minería e industria
1. Explotación, beneficio, almacenamiento, transporte y cierre de minas del estrato de la gran minería y, proyectos en construcción de interés nacional e hidrocarburos.
2. Insumos para la actividad agropecuaria.
3. Pesca industrial (consumo humano indirecto).
4. Producción temporal: órdenes de compra (exportaciones) vencidas y por vencer.
5. Industrias de vidrio, forestal (maderable u no maderable), papel y cartón, plásticos y hielo, ampliación textil y confecciones, maquinaria y equipo.
6. Industria metalmecánica
7. Sustancias químicas básicas y abono y servicios complementarios a agricultura (para actividades esenciales).

Construcción
8. Proyectos del Plan Nacional de Infraestructura para la competitividad (PNIC).
9. Proyectos de la Autoridad para la Reconstrucción con cambios (ARCC)
10. 56 proyectos del Sector Transportes y Comunicaciones.
11. 36 obras de saneamiento.
12. Actividades de infraestructura agraria (riego, mantenimiento, rehabilitación de drenes, entre otros).
13. Proyectos inmobiliarios priorizados (fase de excavación, estructuras y acabados, y viviendas en el ámbito rural).
14. Productos agrarios (alquiler/venta de maquinarias)
15. Inversiones de Optimización, de Ampliación Marginal, de Rehabilitación y de Reposición (IOARR), acceso de agua y alcantarillado en comisarías, hospitales y colegios.
16. Industrias y servicios conexos a la construcción.

Servicios y turismo
17. Restaurantes y afines autorizados para entrega a domicilio (con propia logística del establecimiento y protocolo de seguridad y recojo en local)
18. Hoteles categorizados y transporte turístico para actividades esenciales.
19. Servicios vinculados a telecomunicaciones
20. Servicios complementarios a la agricultura.
21. Servicios prestados a empresas (soporte de TI y servicios profesionales, exportaciones de servicio de conocimiento)
22. Servicios notariales
23. Servicios de reciclaje.
24. Servicios de mantenimiento de equipo relacionado a edificaciones y hogares (bombas, termas, ascensores, gasfitería, electricista, carpintería, entre otros)
25. Servicios de almacenamiento de: Abonos y materias primas agropecuarias, artículos de plásticos, vidrio, papel, cartones, aserradura de madera, hielo para actividades en general.

Comercio
26. Comercialización de productos agrarios
27. Comercio electrónico de bienes para el hogar y afines.

Los sectores competentes de cada una de las actividades incluida en este programa de reanudación deberán aprobar mediante resolución ministerial publicada en su portal institucional, en un plazo máximo de cinco días calendario, los Protocolos Sanitarios Sectoriales. Para ello deberán tener en consideración los “Lineamientos para la vigilancia de la Salud de los trabajadores con riesgo de exposición a COVID-19”, aprobados por Resolución Ministerial 239-2020-MINSA.

Sin duda, esta reactivación productiva le hará muy bien a nuestra economía, que había crecido a tasas aceptables en enero y febrero, pero se desplomó en marzo, cosa que sin duda también ocurrió en abril.

Pero ahora, con la reanudación de actividades tan importantes como la minera, agropecuaria, pesquera e industrial, y de los grandes proyectos contemplados en el PNIC (aeropuerto Jorge Chávez, Línea 2 del Metro de Lima y Callao, ampliación del Muelle Sur del Callao, puerto de Salaverry y muchos más), los proyectos del plan de Reconstrucción con Cambios, y diversas actividades en los sectores Turismo, Servicios y Comercio, la economía podrá comenzar a revertir siquiera en parte la mala situación que padeció en los dos últimos meses.

Ojalá esa indispensable reactivación se lleve a cabo de la manera más cuidadosa posible, para que no agrave el problema de la enfermedad, que se halla en su momento más crítico en nuestro país, aún muy lejos de haber dado respiro a las autoridades sanitarias y de haber dejado de constituir un grave riesgo para la población.

1ra Foto: Metro de Lima y Callao-News
2da Foto: Quellaveco

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