No es necesario abundar acerca del primer aspecto, pues basta observar el amplio acceso de los consumidores y productores nacionales a las más avanzadas tecnologías, en condiciones mucho más favorables a las de aciagas épocas en que nuestra economía permanecía encerrada en el más absurdo proteccionismo.
En cuanto al segundo aspecto, también se ha avanzado mucho, prueba de lo cual son los numerosos Tratados de Libre Comercio (TLC) firmados a la fecha y ya vigentes (cuyos links facilitamos, para quienes deseen consultar sobre ellos en la correspondiente página web del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo):
Vigentes:
En virtud de ellos, los productos peruanos ya gozan de ingreso libre (sin pago de impuestos) a los más grandes países y bloques económicos del mundo, como Estados Unidos, China, la Unión Europea y Japón. Todos ellos, y varios países más, ya disfrutan de las bondades de nuestros textiles, confecciones, espárragos, mangos, uvas, quinua, y otros productos, y ofrecen un enorme potencial para permitirnos seguir ampliando nuestra canasta y montos exportados.
Con estos tratados, además, han mejorado notablemente las condiciones para el flujo de inversiones y personas. Así, empresas de esos países pueden instalarse aquí (con el mismo trato concedido a sus pares peruanas) para exportar libremente a otros grandes socios nuestros en dichos acuerdos. Y los ciudadanos peruanos ven facilitadas sus posibilidades, o ya no requieren visa, para ingresar a los países en referencia.
Pero si bien nuestros TLC ya abarcan a buena parte de los países del mundo (y con ello a un considerable porcentaje del mercado global), aún no incluye a varios de grandes dimensiones. Uno de ellos es la India, un país importante y de gran potencial, tanto por su enorme población como por su dinamismo actual. Con sus 1,300 millones de personas, y una clase media cada vez más numerosa, esta nación constituye un objetivo muy apetecible para nuestro comercio exterior. En consideración a eso, y luego de haber hecho el estudio de factibilidad correspondiente, que definió las ventajas que nuestro país obtendría, se acaba de iniciar negociaciones con ella.
Las exportaciones a la India han crecido fuertemente en los últimos años. Actualmente, el Perú le vende productos mineros (especialmente cobre y oro), agropecuarios y agroindustriales, textiles y pesqueros, pero con las limitaciones propias de los altos aranceles vigentes. Por su parte, importa productos metal-mecánicos, vehículos, textiles y químicos.
Sin embargo, con un tratado el comercio se ampliaría mucho más, y nuestros productos agrícolas y pesqueros podrían estar entre los más beneficiados. Y la canasta podría crecer fácilmente, para incluir también muchos productos industriales, al igual que artículos de joyería y otras artesanías. Nuestro turismo se podría beneficiar notablemente con el arribo de cientos de miles de ciudadanos indios conformantes de su cada vez más numerosa clase media, y nuestra gastronomía podría hallar en ella un vasto campo para su expansión.
Por su parte, el referido país podría aportar al nuestro su cada vez más sofisticada tecnología en diversos campos, y abastecerlo de servicios (en rubros como el del software, en el cual se halla muy desarrollado), vehículos (gracias a su cada vez más importante industria automotriz) y productos farmacéuticos. Además, podría efectuar importantes inversiones, en rubros como el ferroviario, en el que ha manifestado interés y posee notable experiencia.
La idea es abarcar todos los aspectos posibles, dejando fuera únicamente rubros sensibles. Es el caso de los hilados, debido a que India es un gran productor, y un ingreso irrestricto a nuestro mercado podría generar problemas a los productores nacionales.
De concretarse el acuerdo, cosa que luce bastante probable, nuestro país sería el segundo latinoamericano que lo obtiene, después de Chile, que accedió a uno el año 2007 (aunque, por tratarse de un acuerdo de alcance parcial, es bastante más limitado de lo que se espera sea el TLC nuestro).
Antes de cerrar la nota, precisaremos que lo que está vigente con el Mercosur es un Acuerdo de Complementación Económica (ACE 58), el mismo que desde el 1 de enero del 2012 permite al 100% de productos peruanos ingresar libremente a Brasil y Argentina. En contrapartida, nuestro país eliminará los aranceles a esos países recién el año 2018.
El acuerdo con Venezuela, por su parte, es uno que restableció las condiciones de libre comercio que se tenía con ese país cuando pertenecía a la CAN.
Además de los acuerdos mencionados, existen otros, con distinto grado de avance:
Suscritos (y próximos a entrar en vigencia):
En Negociación:
El denominado Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por su sigla en inglés), integrado por Brunei, Chile, Nueva Zelanda y Singapur, y al que también desean ingresar Estados Unidos, Australia, Vietnam y el Perú (países a los que desean sumarse Canadá y México), es una iniciativa que tiene como meta crear, sobre la base de los países que conforman el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), el área de libre comercio más grande del mundo. Es, por lo tanto, la iniciativa más ambiciosa en la que se halla embarcado nuestro país.
Y existen planes para iniciar, a la mayor brevedad posible, negociaciones con Rusia, Sudáfrica, Israel y Marruecos. Teniendo en cuenta las múltiples ventajas de un comercio libre, es muy positivo haberse propuesto tales metas.
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