Una de estas consiste en la instalación, en múltiples sectores de la urbe, de un considerable número de cámaras de vigilancia, las cuales hacen posible que la central de información que las opera esté al tanto de los hechos que ocurren allí (robos, accidentes y emergencias de todo tipo) y, mediante su servicio de Serenazgo, tome las medidas pertinentes.
Y como las imágenes son transmitidas simultáneamente a la central de emergencias de la policía, la efectividad del sistema se acrecienta.
Actualmente hay más de 400 cámaras operativas, y el proceso de ampliación de su número continúa. Como parte de esa estrategia, se viene instalando unas que poseen 360 grados de visión, en las zonas de ingreso y salida de los colegios, para brindar mayor seguridad a los niños y jóvenes estudiantes, y prevenir casos de acoso sexual, venta de drogas, secuestros, robos de celulares y laptops, bullying y otros.
Y se prevé comprar e instalar 636 más, lo que permitirá tener mayor información y desarrollar un mejor trabajo en la materia, y ayudará a que Lima sea una ciudad más segura.
Foto: Municipalidad de Lima
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