Con dicha transferencia se espera que el puerto mejore considerablemente su infraestructura y su equipamiento, tal como lo hicieron o lo vienen haciendo los mencionados al inicio de la nota.
La tarea estará a cargo de la empresa Salaverry Terminal Internacional, que el año 2012 planteó una iniciativa privada por US$ 228 millones, y que este año ratificó su decisión cuando compitió exitosamente contra una empresa turca que también se había animado a desarrollarla.
El proyecto contempla (ver infografía y también aquí) la modernización de los dos muelles (y la ampliación del frente de atraque del muelle 1), la construcción de silos, almacenes y losas, la instalación de grúas móviles, el dragado hasta 12.5 metros y el mantenimiento permanente para impedir el arenamiento. Además, prevé la construcción, cuando lo determine la demanda, de una gran dársena especializada en buques portacontenedores.
En los siguientes meses la concesionaria desarrollará los estudios de ingeniería e impacto ambiental, lo que permitirá que aproximadamente en octubre del próximo año se inicie el grueso de las obras. Pero con los acondicionamientos que se irá haciendo en el interín, lo que incluirá el mencionado dragado que se efectuará entre fines de este año y los primeros meses del siguiente, el puerto ya podrá recibir contenedores en el primer semestre del 2019.
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