Importantes y Muy Ciertas Afirmaciones

En su presentación de hace cuatro días para presentar el plan de trabajo de su gestión al frente del gabinete, el presidente del Consejo de Ministros pronunció estas muy interesantes palabras.


En el fondo, no importa que las haya dicho él o cualquier otra persona. Lo fundamental es que describen perfectamente la realidad. Es que la gran mayoría de nuestra población desarrolla sus actividades sana y honestamente, sin el menor afán de incurrir en actos ilegales ni dañar al país, y con el exclusivo ánimo de salir adelante decentemente y en paz.

Los fiscales y jueces que están enviando a prisión a políticos corruptos, y con ello limpiando la imagen del sistema de justicia y constituyéndose en modelos para sus colegas más jóvenes, son ejemplos de ello. También los periodistas que investigan y denuncian hechos contrarios a la ley, permitiendo que la justicia actúe con mayor eficacia. Lo propio hace la sociedad en su conjunto, con la presión que ejerce a través de movilizaciones o de los medios de comunicación, hoy enormemente potenciados y democratizados gracias a las redes sociales.

El mismo comportamiento decente y honesto es observable en millones de otros peruanos en múltiples actividades, todos buscando tener éxito de una manera limpia e intachable en sus respectivos proyectos de vida, esforzándose para desempeñar de la mejor manera posible su tarea y colaborando para que los demás puedan hacer lo propio. Los centenares de miles de profesores, médicos, enfermeras, policías, bomberos, agricultores, ganaderos, mineros, pescadores, constructores, militares, obreros, estudiantes, amas de casa, deportistas, vigilantes, comerciantes y empresarios de todos los tamaños desempeñando correctamente su función son claros ejemplos de ello. Las miles de personas que no escatimaron su ayuda solidaria cuando la naturaleza golpeó al país hace dos años, y los también miles de voluntarios de todas las edades que ofrecieron su esfuerzo desinteresado y su amabilidad en los juegos panamericanos que nuestro país organizó hace tres meses son las más recientes constataciones al respecto.

Aunque nunca dejen de aparecer personajes siniestros intentando sacar ilegítimo provecho de los cargos o de las situaciones, las personas de conducta recta y digna siempre serán aplastante mayoría, y la gran reserva moral en la cual el país se podrá sostener para impulsarse y salir adelante una y otra vez.