Hay de todo, desde un avance espectacular en Minería e Hidrocarburos hasta una nueva drástica caída en la Pesca.
En el primer caso, la tasa fue de 33.24% en comparación con mayo del año anterior, especialmente por el espectacular despliegue productivo de las nuevas minas de cobre, entre ellas Las Bambas, que muy rápidamente se viene encumbrando entre las primeras.
En el segundo, hubo una tremenda baja de 66.98%, explicada, como es usual en la actividad, por una veda para preservar el recurso.
El sector Construcción, consolidando su recuperación tras su muy débil desempeño del año pasado, alcanzó su mejor tasa en lo que va del presente período: 5.55%. El subsector Electricidad también lo hizo de manera importante, a una tasa de 8.04%.
Por su parte, el sector Agropecuario, que en lo que va del 2016 exhibe volúmenes de producción muy similares a los del 2015, decreció 1.27%.
Aún no se puede hacer un pronóstico de la tasa global, pues falta conocer los datos de sectores claves como la Manufactura (el más importante de todos), el Comercio y los otros ligados a las actividades de servicios.
Para la actividad manufacturera, la caída tan considerable de la pesca no representa una buena señal, teniendo en cuenta que lo extraído en este sector constituye el principal insumo de sus ramas productoras de harina y aceite (muestra de lo cual es lo que ocurrió en abril, cuando la fortísima caída de la captura pesquera impactó muy negativamente en esos rubros y en todo el sector). En cambio, el fuerte incremento de la producción de electricidad sí es alentador, dado que refleja una mayor demanda de los múltiples sectores para los cuales es un insumo.
Ojalá el dato oficial, que será dado a conocer el día 15 por el INEI, resulte mejor que el de abril (2.47%), para que la economía, que en los cuatro primeros meses acumula una tasa de 3.90%, mantenga viva la posibilidad de alcanzar una de entre 3.5% y 4% al final del año, que constituiría una mejora en comparación con la lograda en el 2015..
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