De un lado, y tras un período de fuerte alza generada por la depreciación de sus monedas, Chile y el Perú consolidan su retorno a la estabilidad, el primero con una tasa anual de 2.93% y el segundo con una de 3.35% en declive.
Colombia, que también padeció con el alza del dólar y hoy disfruta de su baja, aún registra una inflación alta (5.96%), pero sus muy buenos datos de los últimos meses anuncian una pronta normalización.
Brasil, que aparte del alza cambiaria se vio impactado por sus desequilibrios internos, no se queda atrás en el proceso de mejorar el indicador, lo que se refleja en los datos de los últimos tres meses, especialmente el de noviembre, que ha resultado excelente.
México, en cambio, enfrenta un escenario totalmente distinto, con tasas que mes a mes se incrementan presionadas por la debilidad del peso, y pese a los esfuerzos del banco central, cuyas sucesivas alzas de la tasa de interés de referencia no han tenido el efecto esperado. El dato de noviembre, de 0.78%, se suma a otros anteriores casi igual de preocupantes, y ya lleva la cifra anual a 3.31%.
Venezuela, por su parte, afronta un panorama muy distinto, pues allí ya reina la hiperinflación, que lamentablemente no está siendo combatida, sino más bien propulsada, por un gobierno que, lejos de enmendar, reincide en sus errores.
Nota: el texto y el cuadro de este artículo fueron modificados el día 17 de diciembre, para incluir el dato de Argentina, publicado el día 15 por el Indec.
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