sábado, 7 de octubre de 2017

La Demagogia y Falta de Visión, ahora en Cataluña

La demagogia en el gobierno siempre genera pésimas consecuencias.


Eso se vio en Venezuela, donde la demagógica promesa de un paraíso socialista arrasó una de las economías más prósperas de América Latina, como ya había ocurrido, cincuenta años atrás, en Cuba.

Pero también se está viendo en el Reino Unido, donde la insensata decisión de separarse de la Unión Europea, con la falsa promesa de mejores tiempos derivados de una mayor autonomía, está ensombreciendo el panorama del país, que ya no disfrutará las grandes ventajas que le otorgaba el pertenecer a ese enorme bloque económico.

Y algo parecido viene ocurriendo en Estados Unidos, donde de manera demagógica se plantea "volver a hacer grande" al país restableciendo proteccionismos y estructuras industriales y productivas ya superadas, como si el mundo no hubiera cambiado al ritmo de la globalización ocurrida desde entonces, como si las empresas no hubieran optado (porque así les conviene) por instalarse en países de menores costos, y como si el país no se hubiera adentrado, con buenos resultados, en una etapa más avanzada y de nuevas actividades, en las que predominan el diseño, la investigación, la innovación y la alta tecnología.

Lo más reciente en ese redivivo afán demagógico carente de visión y perspectiva es lo que viene aconteciendo en Cataluña, España, cuyos irresponsables gobernantes, apelando a discursos ilusos y a un referendum ilegal plagado de irregularidades, están buscando la total separación de la región, para convertirla en un nuevo país.


Ni siquiera el llamado a la sensatez del Rey Felipe ha tenido efecto en esos políticos, que al parecer seguirán adelante con su necia propuesta.

Las consecuencias del despropósito están a la vista, pues las principales empresas que operan allí, espantadas por la posibilidad de perder las ventajas de pertenecer a un país miembro de la Unión Europea como lo es España, han comenzado a abandonar Cataluña, buscando la seguridad jurídica y económica que esta ya no ofrece.


Lo único que habrán logrado esos dirigentes será perjudicar económicamente a la región (al haber destrozado la confianza en ella) y empobrecer a sus habitantes. La demagogia no se cansa de hacer daño.

2 comentarios:

  1. Que lastima, primera vez que no estoy de acuerdo con desarrollo peruano, el deseo de separacion no es de los dirigentes, es de todo un pueblo que por generaciones así lo ha anhelado.

    La separación de una ciudad no es anti económico ni mucho menos. Y en razón a la visión de este blog debería ser apoyada

    ResponderEliminar
  2. Lo siento, no estoy para nada de acuerdo, las afrentas del gobierno español hacia Cataluña son demasiadas como para que esta nacionalidad historica siga aguantando todos estos improperios, Cataluña ha querido negociar durante años primero su estatuto, que se lo recortaron y se lo entregaron ya muerto, luego una forma de financiación diferente, y tambien se negaron, luego una consulta pactada a la escocesa, y tambien se negaron, luego un referendum efectivo sin carácter vinculante, y tambien se negaron, este proceso de intento de diálogo ya lleva demasiado tiempo, pero el diálogo se lleva a cabo cuando dos quieren dialogar y no solo uno, y la gente de Cataluña se ha hartado y ya no se conforma con las migas del pan, sino que quiere el pan entero.

    ResponderEliminar


Temas tratados en nuestro blog