Hace pocos días acaba de difundir el documento más reciente de la serie, el Marco Macroeconómico Multianual 2019-2022.
En este, estima que la economía mundial crecerá 3.9% este año, y algo menos en los siguientes, básicamente por efecto de la menor expansión que se prevé en Estados Unidos y Europa, e inclusive en China, que sin embargo seguiría avanzando por encima del 6%.
Ese aún significativo crecimiento chino irá acorde con lo que se estima para este año y el siguiente con los precios de nuestros principales commodities de exportación, que se vienen expandiendo notoriamente en el actual ejercicio y lo harían a un menor ritmo en los siguientes.
Los términos de intercambio, que miden la variación neta de los precios de exportación e importación, cerrarían este año con una importante mejora, sobre todo en el caso de los de exportación, y luego ingresarían a un largo período de estabilidad.
La inflación llegaría este año al 2.2% y en los siguientes se mantendría en el 2.5%, es decir dentro del rango meta. Ello haría posible una gran estabilidad del tipo de cambio, que este año promediaría 3.30 soles por dólar, y en los siguientes años aumentaría muy levemente.
En el tema del crecimiento del PBI, se ha mejorado la previsión para este año, del 3.6% al 4.0%, y se considera que luego habrá una paulatina aceleración, hasta llegar al 5% a partir del 2021.
Ese mayor optimismo en cuanto a la producción se explica en gran parte por las mejoradas expectativas acerca de la demanda interna, que este año repuntó fuertemente y que en los tres siguientes aumentaría gradualmente su ritmo de expansión. Similar evolución tendría el consumo privado, en tanto que el público, que este año repuntó fuertemente y que lo seguiría haciendo en el próximo, comenzaría a desacelerarse desde el 2020.
La inversión privada, que este año mejoró considerablemente, crecería con más fuerza en los siguientes, mientras que la pública, que este año aumentó de manera notable, lo haría a tasas mucho menores desde el próximo. Con dicha evolución, el total de la inversión pasaría del 21.8% del PBI en el 2017 al 24.7% en el 2021.
En el sector externo se espera un panorama cada vez más favorable, con una balanza comercial que sería positiva en más de US$ 10 mil millones en el 2021. La cuenta corriente, que este año sería negativa en 1.3%, lo sería sólo un poco más en los siguientes.
En materia fiscal, debido a la reactivación productiva, los ingresos seguirían creciendo paulatinamente, con lo que pasarían del 18.2% del PBI en el 2017 al 20% o más a partir del 2020. Ello y el previsto nivel de gasto conducirían a resultados primario, económico y económico estructural cada vez menos deficitarios, hasta llegar a niveles sumamente manejables en el 2021.
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