Comparando Cifras de Hoy y de Hace Tres Meses

Debido al deterioro del entorno global (por la guerra comercial entre Estados Unidos y China) y el interno (por el intenso ruido político y otros factores), las perspectivas económicas de nuestro país se han debilitado en comparación con las que se manejaba hace tres meses.

Eso se refleja en los números que acaba de difundir el BCR en su Reporte de inflación (RI) de septiembre, en el cual proyecta para este año (en la mayoría de los principales indicadores) cifras desmejoradas frente a las que preveía en junio.

Así, ya no proyecta un crecimiento del PBI de 3.4%, sino uno de 2.7%. Tampoco un crecimiento de la demanda de 3.3%, sino de 3.0% (debido a menores tasas previstas del consumo privado y la inversión pública, y pese a una mayor tasa prevista de la inversión privada).

Las exportaciones de bienes y servicios ya no aumentarían 2.6% en términos reales, sino apenas 0.9%, debido, entre otras cosas, a que nuestros principales socios comerciales no crecerían 3.3%, sino 3.1%.

Como consecuencia de esos y otros hechos, la brecha del producto (diferencial entre el PBI y el PBI potencial) ya no estaría entre el 0.3% y el 1.0% del PBI, sino entre el 0.9% y el 1.4%.

Felizmente, la inflación (hoy en excelente nivel) sería más baja de lo previsto anteriormente, en tanto que ya no habría la preanunciada depreciación de 1.3% por parte del Sol, sino una leve apreciación. Los términos de intercambio (relación entre los precios de nuestras exportaciones y nuestras exportaciones) no caerían 2.8%, sino 2.6%.

En materia monetaria, el circulante y el crédito al sector privado seguirían creciendo acordes con los requerimientos de la economía, pero a una tasa algo menor que la prevista antes.

A eso se agregaría un número (porcentaje del PBI) en setiembre mejor que el de junio en inversión bruta fija, aunque levemente más negativo en la cuenta corriente de la balanza de pagos, y sin mayores cambios en balanza comercial, finanzas públicas y deuda pública.