Así le va en producción, inflación, tipo de cambio, finanzas públicas, reservas, inversión extranjera, deuda externa y otros temas claves.
Se puede ver, por ejemplo, que el PBI, que cerró el año pasado con un leve retroceso, ha iniciado el actual creciendo, pero modestamente, sin impedir que el dato anualizado continúe siendo algo negativo.
Afortunadamente, la inflación se ha seguido desacelerando, habiendo retornado a su rango meta de entre 1 y 3%, y contribuyendo a propiciar, en conjunción con la leve recuperación productiva, un panorama económico más alentador para la población.
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