Lamentablemente, dicha alza sólo se prolongó hasta fines del año 2005, en que el precio llegó a superar esporádicamente los US$ 15. Luego, de la mano de la crisis inmobiliaria que por entonces salió a la luz (y que luego derivó en crisis financiera), inició un período de estancamiento (seguido de una transitoria recuperación), que a partir de mediados del 2008 se convirtió en una abrupta caída. Así, en el 2010, cuando el Perú inauguró (ver foto) su planta de licuefacción de Pampa Melchorita e inició la exportación, había caído a un promedio de tan sólo US$ 4.
Eso hizo temer por la viabilidad del negocio, teniendo en cuenta que el contrato de exportación señalaba a México como el país comprador, y por ende al Henry Hub como el precio a tener en cuenta. Es decir, se enfrentaba la obligación de vender al peor precio, pues el de este mercado, que en el momento de la firma había estado a la par de los de otros mercados, había caído en el 2010 (ver gráfico y datos siguientes) a un nivel muy inferior.
Los tres precios relevantes para el Perú (hacer click para ampliar)
Ello preanunciaba una considerable reducción de ingresos para el país, tanto en impuesto a la renta como en regalías.
Afortunadamente (como se observa en los siguientes dos cuadros de Perupetro), los 264 envíos efectuados desde entonces hasta hoy no se han limitado a México (con las desventajas mencionadas), sino también se han extendido a otros mercados, cuyos mejores precios han permitido compensar parcialmente dicha desfavorable circunstancia.
Los primeros veinte envíos, en el 2010 (hacer click para ampliar)
Así, mientras cien envíos se han dirigido a México y nueve a Estados Unidos (todos ellos con el débil precio del Henry Hub), 93 han enrumbado a España (con el mucho mejor precio del británico National Balancing Point-NBP), y 58 a Japón, Corea, Tailandia, e inclusive China y Brasil (con el aún mejor precio del LNG Japan/Korea). Además, ha habido dos envíos a Francia (con el precio del France Peg Sud), uno a Bélgica (a precio del Belgian Zeebrugge) y uno a Canadá (a precio del Algonquin City Gates),
Gracias a esa diversificación exportadora se ha podido hacer frente al mal momento del mercado gasífero, especialmente visible en el Henry Hub, que siguió cayendo hasta inicios del 2012, luego se recuperó hasta inicios del 2014 (en que llegó a superar los US$ 8), pero volvió a debilitarse desde entonces, hallándose a la fecha en menos de US$ 3.
Y los últimos veinte, en el 2015 (hacer click para ampliar)
Cabe señalar, para entender las diferencias entre uno y otro mercado, un par de cosas. En primer lugar, en este negocio el precio en boca de pozo (que es aquél a partir del cual se calcula la regalía) se determina descontando al precio en el mercado de venta (el Henry Hub y los demás que hemos venido mencionando) todos los costos relevantes, es decir el transporte por ducto, licuefacción, transporte por buque y regasificación en el lugar de destino.
En segundo lugar, nuestro gas se exporta con el siguiente criterio: si el precio en el mercado de venta supera los US$ 5, la regalía (que como hemos dicho se calcula a partir del precio en boca de pozo) será de 38%; si es menor de US$ 4, la regalía será de 30%; en tanto que si el precio está entre los US$ 4 y US$ 5, la regalía equivaldrá a una tasa intermedia.
Eso se puede comprobar con los datos de los dos cuadros que aquí presentamos. En el último, por ejemplo, se observa que el embarque 245, colocado en España, y con precio National Balancing Point superior a US$ 5, significó un precio en boca de pozo de US$ 0.66, y con ello una regalía de US$ 0.2508 (equivalente al 38%). El embarque 249, colocado en Francia, y con precio France PEG Sud también superior a US$ 5, significó un precio en boca de pozo de US$ 0.7590, y con ello una regalía de US$ 0.2884 (también equivalente al 38%). En cambio, el embarque 251, colocado en México, y con precio Henry Hub apenas superior a US$ 4, significó un precio en boca de pozo de US$ 0.54, y con ello una regalía de US$ 0.1644 (equivalente al 30.4%).
Como resultado neto de todas esas circunstancias de mercado y decisiones de venta, el negocio de exportación del gas le ha permitido a nuestro país, pese a una coyuntura internacional que ha sido particularmente dura con su precio, contar con importantes montos de ingresos fiscales y regalías, que si bien no han sido todo lo elevados que se había previsto inicialmente, han constituido una importante palanca para el desarrollo nacional y del departamento del Cusco, lugar de origen del hidrocarburo. Y todo ello sin afectar los importantísimos planes de cambio de la matriz energética (actualmente ya muy avanzado) y de desarrollo de una industria petroquímica (en su etapa de implementación). No se debe olvidar, por lo demás, que el proyecto de exportación, al representar el primer ingreso seguro y cuantioso de liquidez, fue el elemento que le dio viabilidad y un horizonte al proyecto gasífero en su conjunto,
Foto: OSINERGMIN
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