De primera impresión se podría suponer que, por su relativa simpleza, la industria en mención está reservada a países con un sector productivo poco desarrollado, o a países densamente poblados, poseedores de mano de obra abundante y barata. Pero no es así, pues, como veremos ahora, también es ejercida, y muy intensamente, por países de alto nivel de desarrollo, de industrias muy sofisticadas y costos laborales nada bajos.
Así lo señalan los siguientes datos, proporcionados por la Organización Mundial de Comercio (OMC), que nos muestran a los principales exportadores de prendas de vestir en el año 2015.
Como se observa, pese a haber registrado una baja en el año reseñado, China no tiene competencia en el negocio, pues sus ventas, esta vez de US$ 174 mil millones, son inmensamente superiores a las de cualquier otro país. Es conocida su capacidad productiva, con bajísimos costos que obligan a sus competidores de todo el mundo a esforzarse al máximo para no ser desplazados.
A gran distancia del gigante oriental, pero con un significativo incremento respecto del año 2014, se sitúan Bangladesh y Vietnam, países cuya abundancia de mano de obra de bajo costo favorece la actividad. Luego figura Italia, país de larga tradición confeccionista, que tuvo una fuerte baja en ventas, y tras ella Hong Kong, la populosísima India y la muy industrializada Alemania.
Turquía, España y Francia, los tres países siguientes, completan el Top 10 exportador del negocio.
La primera potencia económica mundial, Estados Unidos, mantiene, ya desde hace varios años, su décimo quinto puesto, derivado de un monto exportador levemente superior a los US$ 6 mil millones.
México, ubicado al igual que el año 2014 en la posición 21, se mantiene, con sus US$ 4,475 millones, como la primera potencia confeccionista latinoamericana. Como es de esperar, el país coloca su producción principalmente en su gigantesco vecino Estados Unidos, como también lo hacen otros tres países de la región que destacan en el ranking: Honduras (puesto 27, igual al del año anterior), El Salvador (30, avanzando uno) y Panamá (34, avanzando uno).
Según la OMC, en el 2015 nuestro país exportó prendas por un valor de US$ 912 millones (289 menos que en el 2014). Los principales productos peruanos son los t-shirts y las camisas y blusas de punto, todas ellas de algodón.
Ese flojo desempeño se explicó principalmente por la muy grave crisis que viene afrontando Venezuela, anteriormente nuestro segundo comprador después de Estados Unidos, para cuyo mercado, hoy virtualmente cerrado, aún no se ha podido encontrar sustituto.
En este importante y dinámico rubro industrial participan productores de todo tamaño, tanto del ámbito textil como del propiamente confeccionista. Las miles de pequeñas y microempresas que se articulan en su cadena de producción y comercialización generan decenas de miles de puestos de trabajo. Considerando que es una de las actividades en las que el Perú tiene ventajas comparativas y competitivas, no cabe duda de que en el futuro, y superados sus problemas actuales, habrá una significativa recuperación.
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