Gracias a ese fundamental acontecimiento está recibiendo una masiva inversión, que le está cambiando su fisonomía, ampliando sus capacidades y mejorando sus prestaciones, inclusive de una manera más rápida que la contemplada en el contrato de concesión.
Eso se percibe muy claramente en esta foto satelital, en la cual se aprecia instalaciones que antes no existían, como los grandes y múltiples almacenes, losas y patios, y los numerosos silos.
A eso se sumará el muelle 2, que hoy todavía no aparece porque fue demolido y se halla en total reconstrucción (con nuevos pilotes y nueva losa de concreto) y quedará completado y operativo en pocos meses.
En la foto satelital del próximo año no solo se lucirá el referido muelle, ya completado, sino también el muelle 1 (el del lado izquierdo), que será multipropósito y para entonces habrá sido alargado y anchado, para que operen adecuadamente las dos grandes grúas móviles que ya llegaron al país, y que por ahora funcionarán en el espacio disponible.
Hace un par de años el puerto ya se benefició con un dragado a 10.5 metros, que permite el ingreso de buques más grandes y que, al ser efectuado regularmente, minimiza el problema del arenamiento, que nunca fue bien enfrentado en la época estatal. Una función igualmente positiva desempeña el moderno sistema de amarre hidráulico instalado hace dos años, que atenúa las molestias del oleaje, permite cargar y descargar con más seguridad y evita el cierre del puerto.
Todo lo señalado se está concretando gracias una inversión de US$ 225 millones por parte de Salaverry Terminal Internacional (STI), tal como también viene haciendo la inversión privada en los demás puertos, que no solo están retornando a la vida, sino además, de la mano de una ampliada infraestructura, un modernizado equipamiento y una mejorada administración, están incrementando su competitividad.
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