La mayoría de países latinoamericanos se caracterizan por una fuerte concentración de su oferta exportable, es decir, por tener ésta circunscrita a unos pocos productos, principalmente commodities. Así lo revela la información que presentamos a continuación, que proviene del Anuario Estadístico 2009 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Los datos corresponden al año 2008.
Una mayor concentración implica mayor dependencia del producto o los productos en referencia, constituyendo un riesgo para el país, por cuanto una abrupta baja de los precios puede tener graves efectos en los ingresos de divisas y en la recaudación fiscal. Para evitar esto, se debe propender a la diversificación, buscando incorporar la mayor cantidad posible de productos a la canasta exportadora. De esa forma, una eventual baja en el precio de alguno de ellos puede ser compensada con la estabilidad o el incremento de otros.
El caso más elocuente de dependencia monoexportadora es el de Venezuela. En este país, un solo producto, el petróleo crudo, representa casi el 70% de todo lo que se exporta. La dramática baja de su precio en los dos últimos años generó graves consecuencias, llevando al país a la recesión y a una fortísima devaluación de su moneda. (Lamentablemente, los datos venezolanos que presenta la CEPAL sólo llegan hasta el año 2006).
Otro país con una fuerte dependencia es Ecuador, igualmente por efecto del petróleo crudo, que representa el 58.1% de las ventas totales.
Bolivia también registra una fuerte y creciente dependencia de su gas natural, que año a año incrementa su participación dentro de la oferta exportable, acercándose ya al 50% de ésta.
Nuestro vecino del sur, Chile, es otro que muestra una fuerte dependencia de su producto estrella de exportación, el cual significa casi 50% de sus ventas externas. Sin embargo, cabe precisar que una buena parte de éste (30.3%) no sale como mineral en bruto, sino como producto refinado.
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En el Perú, su principal producto de exportación, el oro, sólo explica el 17.4% de las ventas al exterior, pocentaje muy similar al de los concentrados y minerales de cobre (16.1%). Si bien ambos productos son mineros, tienen la gran ventaja de que su cotización internacional varía en forma bastante dispar, y muchas veces opuesta, pues mientras que el cobre reacciona como insumo productivo (subiendo en las etapas de auge y bajando en las recesivas), el oro lo hace como activo financiero, mejorando su cotización en las coyunturas de problemas e incertidumbre. De esa manera, tal pareja de productos, pese a pertenecer a un mismo sector productivo, constituye un binomio exportador razonablemente diversificado.
En los países más importantes de la región, el grado de concentración exportadora es sustantivamente menor, reflejando su mayor grado de sofisticación productiva. En México, por ejemplo, su principal producto, el petróleo crudo, sólo representa el 14.9% del total. Cabe tener presente, además, que el segundo y tercer productos (los televisores y los vehículos automotores), por ser productos manufacturados de alto valor agregado, están sujetos a menores fluctuaciones de precios en los mercados internacionales.
En Argentina, las tortas y harinas de soya y el aceite de soya, las dos principales exportaciones, sólo representan en conjunto el 17.4% del total, mostrando que no existe mayor problema de concentración.
Brasil, el país más grande del subcontinente, es probablemente el más diversificado. Allí, el principal producto de exportación, el mineral de hierro y sus concentrados, sólo equivale al 8.4% de las ventas externas totales. Los tres primeros productos, por su parte, equivalen al 20.8%, y los diez primeros al 40.2%. Al tener una cartera de exportaciones sumamente amplia, el gigante sudamericano es también el menos expuesto a las volatilidades externas.
Mención especial merece Costa Rica. En el pequeño país centroamericano, la principal exportación no es un commodity, como ocurre en los demás países. Es un producto industrial: las válvulas y tubos electrónicos, que representan el 11.4% del total. También es industrial el segundo: las piezas de máquinas de oficina, que representan el 8%.
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