Y en julio ha seguido subiendo, hasta 3.93. Es un nivel tremendamente alto, pero aún así muy inferior al que ya se viene registrando en el mercado (ayer cerró en 4.11). Es decir, es un pronóstico demasiado optimista de cara a lo que ya está ocurriendo.
Es lamentable la forma en que se está debilitando nuestra moneda, hasta hace muy poco tiempo una de las más sólidas de América Latina. Y como lo está comprobando la gente, eso incide directamente en la inflación, que por tal razón desde junio se salió de su rango meta.Una indeseable inestabilidad en la que los factores exógenos (como el alza de los insumos y productos que importamos) solo tienen una influencia secundaria. La principalísima razón del estropicio la constituyen las absurdas propuestas y anuncios de quienes han llegado al gobierno, amenazando desvirtuar o destruir un exitoso modelo que generó crecimiento y mejora económica y social, para implantar uno que ha fracasado siempre en todas partes.
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