La Inversión Privada en el Puerto de Paita

Este cuadro refleja bien el magnífico efecto de la inversión privada en la creación de la infraestructura que requiere nuestro país.

Es un cuadro referido al puerto de Paita, que en el año 2009 fue concesionado a la empresa Terminales Portuarios Euroandinos (TPE). En dicho año, este solo tenía un viejo y delgado espigón, y otras instalaciones que dejaban mucho que desear. 

Hoy, además de ese espigón (que fue reforzado y equipado) tiene un muelle marginal de 300 metros, que acaba de ser ampliado a 360. Contiguo a este posee un extenso patio de respaldo de doce hectáreas que, junto con los demás espacios habilitados, ha quintuplicado su área operativa, de 30,700 a 155 mil metros cuadrados.

El puerto tampoco tenía ni una sola grúa de muelle, ni de pórtico ni móvil; hoy tiene cuatro (dos de cada tipo), y prevé incorporar una más de muelle. Igualmente, no poseía ni una grúa de patio; hoy tiene cuatro (además de tres reach stackers y dos empty handlers).

Ese año apenas tenía 35 enchufes para contenedores refrigerados; hoy tiene 1980. Su calado (profundidad) era de solo 9 metros; hoy es de 14.

Debido a esas estrecheces y carencias, solo podía atender buques de 105 metros de eslora; hoy atiende naves de 300 (ya ha recibido de 333). Su movimiento total de carga pasó de 1.3 a 2.8 millones de toneladas. Y su performance más que se duplicó, de 14 a 32 movimientos por hora.

Gracias a esas evidentes mejoras, hoy el puerto ha ingresado a las rutas regulares de las grandes navieras, lo que le ha permitido posicionarse como el segundo más importante del país en movimiento de contenedores, y escalar posiciones en el ranking latinoamericano y del Caribe, donde el año 2019 figuró en el puesto 41.