En diciembre cayeron muy fuertemente la Pesca y Manufactura. Y en el año los sectores de mayor baja fueron esos mismos, pero también la Construcción y Financiero y Seguros. Minería e Hidrocarburos creció a una tasa importante.
Así terminó un año que comenzó mal, con una actividad productiva primero afectada con la violencia de los extremistas pro Castillo, y luego con los nocivos efectos del Fenómeno del Niño, a lo que se sumó una situación internacional aún incierta, como muestra de la cual la mayoría de los países de la región crecieron débilmente. El PBI cayó en nueve de los doce meses: solo creció, ínfimamente, en tres.
Felizmente, el año actual luce bastante mejor, con la mayoría de esos factores adversos atenuándose, y con una situación política interna que, si bien no deja de hacer ruido, luce bastante más calmada que en el 2023. Tales circunstancias están llevando a varios analistas a ajustar al alza sus iniciales proyecciones de crecimiento.
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