La Inquietante Semana Post Electoral en Argentina

A una semana de haberse llevado a cabo las elecciones primarias en Argentina, que prácticamente han determinado el retorno al gobierno del peronismo, los mercados ya han reaccionado, de manera muy clara y contundente.

El peso, por ejemplo, ha pasado de 46.55 a 58.12 unidades por dólar, con una caída de 20% (pero el día 14 ya sobrepasó las 62). Y las noticias informan de masivos retiros, que de intensificarse esta semana podrían agravar la situación.

De otro lado, el riesgo país ha aumentado, desde los 895 puntos básicos en que se hallaba el día 8 de agosto (872 el 9), a 1,738 el día 15, tras haber llegado a 1,957 el 14. Con ello ahora casi triplica el riesgo promedio latinoamericano.

El índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires, por su parte, ha caído de 44,355.09 puntos el día 9 a 30,406.65 el 16, lo que significa un retroceso de más de 30% que borró todo lo ganado en el año.

Paralelamente, la agencia Fitch acaba de reducir la calificación crediticia del país en nada menos que tres niveles, del B en que se hallaba al CCC, con lo que ahora este tiene la segunda más baja de América Latina, sólo por encima de Venezuela.

Eso es lo que ha ocurrido en la última y agitada semana, en la cual el banco central también ha incrementado, de 63.7060% a casi 75.0000%, su tasa de interés de referencia (la que pagan sus letras de liquidez, conocidas como Leliqs).

Dado que se trata de variables claves deteriorándose considerablemente en muy pocos días, lo que se espera a partir de ello, además de un gran nerviosismo que probablemente intensifique esos movimientos, son severos efectos negativos en un creciente número de ámbitos. Así, por ejemplo, la drástica subida del dólar impactará sobre la inflación, que a la fecha ya bordea el 55% anual, siendo una de las mayores del mundo. El alza de la tasa de interés, a su vez, recesará aún más la economía, que el año pasado ya cayó 2.5% y en el actual lo viene haciendo 3%.

A esa semana y a esos acontecimientos se refiere en el video adjunto el economista liberal argentino Manuel Adorni, quien para poner en contexto todo ello recuerda lo que ya fue el peronismo en el anterior gobierno de los Kirchner y lo que por tanto se podría esperar a partir de diciembre, en el muy probable caso de que en octubre gane la elección.


En ese marco de cosas, se refiere al cepo cambiario, a un instituto de estadística que mentía con las cifras, al no pago de la deuda, a las peleas con el FMI, a la cerrazón al mundo, a la hostilidad al sector privado, a la afinidad y simpatía ideológica con los gobiernos chavista y castrista, a la destrucción del superávit energético, al enorme monto de subsidios, al estancamiento ocurrido desde el año 2011, a los demagógicos anuncios de obras que nunca se hicieron, a la violencia en el discurso, a la corrupción, etc.

También habla de las inconsistencias de un gobierno actual que se ufana de comulgar con las libertades económicas cuando más bien fija precios, manipula antojadizamente la tasa de interés para que no se dispare el dólar, eleva el déficit fiscal, se endeuda irresponsablemente, registra el gasto social más alto de la historia y exacerba la inflación.

Asimismo, hace énfasis en el errático y equivocado rumbo que el país está teniendo desde hace muchas décadas, sin resolver nada y estando cada vez peor. Un rumbo en el cual no se incentiva la competitividad ni la reducción de costos, se obstaculiza la libre importación, se sigue creyendo en los mitos de la sustitución de importaciones y la autarquía y se mantiene leyes laborales anacrónicas y absurdas.

Según él, en un país normal el macrismo y el kirchnerismo hubiesen sacado, por la nefasta forma en que han gobernado, cero votos. Por eso le parece razonable que el mundo no entienda a Argentina, y que reaccione frente a ella con asombro, y con una desconfianza que claramente se va poniendo de manifiesto en los indicadores señalados al inicio.