En efecto, las estadísticas nos dicen (ver aquí) que el año pasado, por ejemplo, apenas movilizó 40 TEU (contenedores de 20 pies de largo).
Y esa situación, que implica una terrible desventaja frente a otros puertos, no es nueva, pues se viene repitiendo desde hace casi una década (desde el año 2010 apenas movilizó un total de 2,254).
Gracias a esa fundamental labor y a otras acciones que apenas constituyen la parte inicial en el proceso de mejora, modernización y ampliación del puerto, hoy ingresó el buque portacontenedores Juliana, de 161 metros de largo y 25 de ancho.
La empresa Maersk, operadora del navío, lo está destinando en exclusividad a la ruta alimentadora Salaverry-Balboa (Panamá), para que llegue al puerto trujillano cada quince días. Ello permitirá a este exportar de manera directa y regular al resto del mundo (sin necesidad de pasar por el Callao o Paita) productos tan valiosos y con boom de ventas como paltas, alcachofas, pimientos, espárragos y arándanos.
De esa manera, el puerto norteño ha restablecido una capacidad clave, que sin duda luego se ampliará mucho más cuando se ejecute, con una inversión de US$ 230 millones, las cinco etapas de dicho proceso.
Eso implicará reforzar y ampliar los dos muelles actuales, adquirir grúas móviles, construir silos, instalar torres absorbentes y una faja transportadora y construir almacenes. Por último, en la que será la sexta y culminante etapa del proyecto, se construirá, con una inversión adicional, una nueva dársena, en la que destacará un gran muelle de 300 metros de largo y 14 metros de profundidad.
Fotos: MTC
Golaso, adelante, fuerza Libertad!!!
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