Bolivia y Evo Morales: la OEA habló Claro

Con una contundente declaración, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, precisó que lo ocurrido en Bolivia no fue un golpe de estado, como ciertas voces interesadas insinúan, sino una insurrección popular.


Fue una reacción del pueblo motivada por el delincuencial intento de fraude electoral perpetrado por Evo Morales, en el afán de declararse ganador en la primera vuelta e impedir a toda costa una segunda, en la cual, a la luz de los endosos de votos que habían anunciado los demás candidatos, iba a resultar derrotado por su contendor Carlos Mesa.

Según Almagro, la auditoría llevada a cabo por el organismo reveló que el fraude se materializó en todos los pasos del proceso, tal como ya lo habían señalado en las semanas anteriores, con pruebas contundentes, periodistas y diversos técnicos y analistas bolivianos.

Así llega a su fin la historia de un gobernante que con artimañas y leguleyadas realmente inconcebibles había encontrado la forma de perpetuarse ilegalmente en el poder, convirtiéndose en el más longevo de la historia del país. La última había sido la de desconocer la voluntad popular de que ya no volviera a postular, amparándose en un vergonzoso fallo de la justicia referido a que "no se le puede negar su derecho humano a hacerlo". Pero la del descarado fraude del 20 de octubre fue la gota que rebalsó el vaso del hartazgo popular.


Hoy juramentó la presidenta transitoria, Jeanine Áñez, que gobernará el país durante los siguientes meses, y cuya principal responsabilidad será convocar y organizar unas elecciones libres y limpias.

Enhorabuena por Bolivia, que desde 1985 había encontrado la estabilidad democrática, pero que la había comenzado a perder desde los primeros años de este siglo, cuando Morales, acompañado por sus violentistas seguidores del movimiento cocalero, inició el proceso de hacerles la vida imposible a los presidentes legítimos, hasta que logró derribarlos para encaramarse él, con la mentalidad mesiánica y el afán vitalicio que el tiempo se encargó de poner en evidencia.