En los últimos meses, la mayoría de las siete más grandes economías de América Latina las han estado aumentando, debido a las presiones inflacionarias externas y a las internas surgidas a raíz del gran gasto fiscal en que tuvieron que incurrir el año pasado para contrarrestar los efectos de la pandemia.
Los últimos ejemplos al respecto los acaban de dar Brasil, Colombia, México y el Perú. Brasil, agobiado por una inflación que se acerca al 11%, la elevó considerablemente el 27 de octubre, de 6.25% a 7.75%; Colombia, con una inflación mucho más moderada, la elevó el 2 de este mes, de 2.00% a 2.50%; y México, con un alza de precios también preocupante, hizo lo propio el día 5, pasándola de 4.75% a 5.00%.
Por su parte, nuestro país la aumentó hace cinco días de 1.50% a 2.00%, para quitarle fuerza a un alza de precios que si bien ha declinado en el último bimestre frente al anterior tiene al dato anual casi duplicando el límite superior del rango meta.
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