Otra particularidad es que operará empleando solo energía proveniente de fuentes renovables y otra que la mayor parte del agua que consumirá será de origen volcánico, no apta para el consumo humano.
Esa formidable mina, que ha demandado una inversión de más de US$ 5 mil millones, producirá un promedio de 300 mil toneladas al año durante su primera década. Con ello, nuestro país incrementará más de 10% su producción anual del valioso metal, consolidándose en el segundo lugar mundial en el negocio y apuntalando su economía, gracias a los mayores ingresos de divisas y de recursos fiscales y tributarios, y a otros múltiples beneficios que genera una actividad de este tipo.
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