Trata acerca de los graves errores que se puede cometer en materia política por juzgar con excesiva dureza y muchas veces sin justificación una determinada situación, y como resultado de eso tomar decisiones electorales y políticas que precipitan a una realidad mucho peor.
El Perú lo cometió el año 2021, al no valorar como correspondía todo lo que había avanzado en las tres últimas décadas en los aspectos político, económico y social, y elegir a un impresentable como Castillo, pese a que proponía un modelo económico desastroso y un sistema político totalitario, que implicaba destruir todo el avance previo. Felizmente hoy está intentando sacudirse de esa insensatez y retomar el camino, que si bien no era perfecto implicaba claras y sostenidas mejoras.
Los ciudadanos de otros países, como Cuba y Venezuela, no pudieron hacer esto último y por eso hoy, con infames tiranías aplastándolos, lamentan no haber valorado o inclusive haber estigmatizado todo lo previo, y de esa forma haberle seguido el juego a regímenes que luego destrozaron todo aquello e implantaron una realidad de pesadilla.
Un artículo que describe muy bien la caída del país en un hoyo del que nunca va a salir: el conservadurismo cutre y el mercantilismo caradura manejado, como siempre, por la misma gente una y otra vez. Malísimo.
ResponderEliminarNo poner en su verdadero nivel valores como la familia lleva al desastre, desde PPK que introdujo aberraciones como la ideología de género, el Perú desperdicia recursos que no sobran en cuestiones inútiles, y que han contribuido a asociar desviaciones con la economía de mercado, provocando rechazo.
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