Su ejecución se hará mediante la modalidad de asociación pública privada (APP), en el marco de una concesión a treinta años que el 31 de este mes hará la adjudicación. La empresa ganadora será aquella de las cuatro precalificadas que ofrezca la mejor oferta en cuanto a costo de inversión total y costo de operación y mantenimiento anual.
La construcción se hará en 46 meses, previéndose que concluya en el año 2027. La inversión estimada es de US$ 223 millones (sin IGV).
El tramo ecuatoriano será construido como obra pública por su gobierno, previéndose que quede listo simultáneamente con el peruano.
El proyecto no solo es importante, por lo dicho al inicio. También es interesante, porque deja ver dos formas de financiar una infraestructura fundamental: con recursos públicos en el caso ecuatoriano, y con recursos privados en el peruano.
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