martes, 24 de julio de 2018

Dos Cosas para Mejorar la Fisonomía Urbana

Este interesante video recién difundido por la empresa concesionaria y referido a la vía expresa Línea Amarilla habla de los momentos que se han propiciado gracias a la entrada en operación de la megaobra.


Así, habla del momento de haber conectado a miles de peruanos con sus vecinos, de que estén más cerca de sus trabajos y sus familias, de tener 25 kilómetros de vías uniendo once distritos, de tener rápida conectividad con el Callao, de tener pistas nuevas, seguras y bien pavimentadas, y de tener el túnel inteligente más largo del país.

Muy bien por todo eso. Pero para que la satisfacción fuera completa, ya no en lo que respecta a esta obra ni a la responsabilidad de la empresa, sino a la fisonomía de nuestras ciudades y a sus autoridades, también debería llegar el momento de que Lima y todas las demás emprendieran una cruzada que les permita dejar atrás la muy magra imagen visual que proyectan y ganar siquiera unos cuantos puntos en materia estética.

Ciertamente, no hablamos de grandes inversiones en obras inconducentes que intenten ocultar la realidad y que no tendrían sentido en un contexto de múltiples carencias aún no atendidas. Hablamos simplemente de un par de temas puntuales, que propicien que los barrios mejoren su muy deficitario aspecto actual, ese que es puesto en evidencia con cada sobrevuelo de los drones.

Nos referimos al enlucido (o tarrajeo) de los costados de las casas, y también a la presencia de siquiera un mínimo de jardines o árboles al frente de ellas. Con eso, podría desaparecer el triste tono oscuro del ladrillo o del cemento en bruto y ser reemplazado por el vivo color de una buena mano de pintura, y podría haber una vegetación que inclusive siendo modesta contribuiría a realzar los barrios.

No se puede decir que la pobreza sea la única culpable de la actual deprimente situación, pues la falta de enlucido también ocurre en viviendas de clara clase media, amplias y bien equipadas, en tanto que la falta de áreas verdes acontece inclusive en zonas con perfecta disponibilidad de agua. En muchos casos el problema radica en la dejadez y displicencia de quienes con un poco de atención al tema podrían ayudar a mejorar sus barrios, y también en la falta de campañas al respecto por parte de las autoridades.

Lima y las demás ciudades de nuestro país están mejorando en materia estética y fisonómica a medida que prosperan sus grandes obras viales, inmobiliarias, comerciales, culturales, recreativas y de otra índole. Pero esa mejora podría ser mucho más completa si sus viviendas, barrios y urbanizaciones se sumaran al esfuerzo.

4 comentarios:

  1. En efecto, la falta de tarrajeo en los laterales de las casas (los costados que miran al vecino) es una mala costumbre nacional, porque lo he visto desde tumbes hasta tacna y desde Lima hasta Pucallpa, si hubiera una ley que obliguen a tarrajear los costados de las casas o algun incentivo seria lo mas conveniente para el ornato de las ciudades ya que en Juliaca y en Chiclayo es mas evidente esta costumbre.

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  2. Por fin alguien menciona un tema tan básico, pero tan importante. Ojalá las nuevas autoridades ediles le den la importancia debida.

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  3. No solo es el tarrajeo de sus propiedades ni siquiera se dan el trabajo de sacar el polvo de sus casas y es más las grandes empresas como retail concesionario de automóviles etc tienen sus fachadas descuido .

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