Estas son las de inflación y actividad económica, ambas terribles.
Según el FMI, la tasa de la primera llegará este año a 1'000,000%, lo que significa que los precios se habrán incrementado diez mil veces entre el 31 de diciembre del año pasado y el 31 de diciembre del año actual. En ese trance, el fenómeno habrá destrozado, tal como lo ha venido en los años anteriores, la capacidad adquisitiva de la población, el valor de la moneda, el ahorro (fuente de la inversión), la competitividad internacional del país, la capacidad de las empresas para planificar adecuadamente sus ingresos y gastos, y un larguísimo etcétera.
En cuanto a la actividad económica, caerá 18% este año, aún más brutalmente de lo que ya lo había hecho en los años 2016 (-16.5%) y 2017 (-14%), provocando que el país, que hasta el año 2010 figuraba en el cuarto lugar entre las principales economías latinoamericanas, hoy haya caído al séptimo, primero desplazado por Colombia, luego por Chile y más recientemente por nuestro país, y se encamine al octavo, pues pronto también sería desplazado por Ecuador.
No hay mucho más que decir acerca de la tragedia de este país cercano y hermano, pues ya han corrido ríos de tinta al respecto en el mundo entero, hablando del desabastecimiento, de las colas interminables, de las personas cargando cerros de billetes para comprar una humilde botella de aceite, de la gente rebuscando la basura para poder comer, de los miles de muertos por no haber podido conseguir medicinas, de los centenares de acribillados por la brutal represión del gobierno, de los mil y un fraudes perpetrados contra la democracia y la institucionalidad, y de la masiva huida del país de millones de personas, en una de las diásporas más grandes de la historia latinoamericana. Nada de eso provocado por alguna guerra externa o una gran crisis internacional que haya hundido el precio del petróleo, sino simple resultado de la aplicación de una política económica absurda (similar a la que ya había fracasado clamorosamente en muchos otros países), tercamente aplicada por una banda de sátrapas.
Foto: The New York Times
Imagen: Rodexo
Lo peor es que Maduro es tan idiota que aplica a rajatabla medidas soviéticas totalmente desfasadas. Si tuviera un mínimo de inteligencia copiaria el modelo Chino, que mal que bien lo copia Bolivia con una tendencia ideológica similar en algunos aspectos. Mientras el MERCOSUR y la Alianza del Pacífico se integran para abrir mercados y proyectar sus economías al ámbito global, dinamizando la producción y generando crecimiento; Venezuela camino para atrás cerrándose más y colapsando por todos lados. Ningún gobierno puede mantenerse así por mucho tiempo, Maduro cae el próximo año, van a ver.
ResponderEliminarYa le ganaron a Alan 1, o todavia tenemos el record?
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