El Litio y los Datos de Falchani y Macusani

La sensacional noticia del hallazgo de un enorme yacimiento de litio en Macusani, en el departamento de Puno, ha generado una gran euforia, tanto en la empresa que lo hizo posible como en nuestro país.

Y no es para menos, pues ambos se verán claramente beneficiados con su explotación. Así lo demuestran los números y datos que la empresa difundió en la muy interesante conferencia de prensa que brindó hace algunos días y que se observa en el video siguiente.


Allí, sus funcionarios hablaron extensamente acerca del campo minero de Macusani, pero por obvias razones pusieron énfasis en Falchani, la veta principal ubicada en la comunidad de Chaccaconiza.

Al respecto, dijeron que esta posee una muy alta concentración de litio, pues en todas las muestras recogidas se halló niveles del mineral por encima de las 3,000 partes por millón (ppm), habiéndose registrado inclusive algunos niveles cercanos a las 5,000 ppm y siendo el promedio de aproximadamente 3,700 ppm. Eso es bastante más alto que lo hallado en Chile (el segundo mayor  productor mundial actual de carbonato de litio, cuyos niveles no superan los 600 ppm), y mucho más alto que lo de Bolivia (200 ppm). La explicación reside en que se trata de un mineral extraído de roca volcánica, mientras que en los países mencionados, así como en Argentina, es uno proveniente de salmueras ubicadas en salares. En el caso de nuestro país, la extracción es mucho más fácil y de mucho menor costo.


El mineral hallado alcanza el 29.74% de pureza sin refinación, lo cual es extraordinario y constituye una gran ventaja, considerando que dicho proceso suele ser muy complicado y duro (pues tiene muchas etapas) y por ende muy caro. Con un mineral que en su estado natural ya tiene 29.74% de pureza se ahorra varias etapas de este, y se reduce el costo.

Actualmente, el precio promedio de la tonelada de carbonato de litio es de US$ 12,500, llegando a US$ 18,000 en el caso de los productos más puros. Dado que la empresa quiere comenzar a producir lo más rápido posible, unas 40 mil toneladas anuales en el 2021 y unas 100 mil en el 2023, eso significaría ventas anuales de US$ 500 millones en el primer momento y de US$ 1,200 millones en el segundo.

La cifra oficial sobre las reservas está siendo analizada, y se divulgará en las siguientes semanas, en tanto que el estudio de factibilidad estará listo en el cuarto trimestre del 2019. Pero con lo observado hasta hoy, en aproximadamente 15% y 20% del área, se estima que las reservas superan largamente los 2.2 millones de toneladas de carbonato de litio.

Pero eso no es todo, pues también existe una gran cantidad de litio en el resto de Macusani, en un área de 80 por 40 kilómetros. Obviamente no con la abundancia descomunal de Falchani, pero sí con un grado de concentración sumamente importante, que promedia las nada desdeñables 500 ppm y que nunca baja de 350 ppm. Eso es lo que lleva a la empresa a considerar que Macusani podría convertirse en el más grande emporio de litio del mundo. Teniendo eso en cuenta, se estima que tenga una vida útil de más de cien años.

Acorde con esa idea, el funcionario planteó construir una refinería en el Perú, en la cual se podría procesar el litio de Argentina, Bolivia y Chile.

En cuanto al uranio, si bien su demanda y su precio se están recuperando luego del desplome que sufrieron a raíz de varios sucesos desastrosos (Chernobyl en 1986 y Fukushima en el 2011) que hicieron perder el interés en el desarrollo de nuevas centrales nucleares, aún no son lo suficientemente atractivos, por lo que la empresa preferiría esperar un tiempo más antes de iniciar la producción. Además, primero requerirá que nuestro país, nuevo en el negocio, dicte una ley referida a la explotación de materiales radiactivos.

Otro dato importante acerca de este gran hallazgo es que debajo de la veta de litio se ha detectado cantidades considerables de los valiosos metales cesio y rubidio, muy empleados en artefactos e instrumental de alta tecnología y que con su abundancia podrían convertir al Perú en uno de los principales productores del mundo.

Como para redondear su exposición, los funcionarios de la empresa resaltaron tres de las grandes ventajas que tendrá la explotación del yacimiento: la cercanía de la Carretera Interoceánica (a la cual calificaron de excelente), la abundancia de agua, y la excelente disponibilidad de energía eléctrica, gracias a la muy cercana hidroeléctrica de San Gabán.

Por lo demás, las comunidades de la zona están de acuerdo con su ejecución, por los beneficios que el proyecto ha venido y seguirá generando en materia de empleo, y por lo que sin duda luego les reportará en materia de canon y regalías. La empresa, que opera con dos profesionales quechuahablantes, está trabajando estrechamente con ellas, en una relación inteligente, cordial y fructífera.

Como vemos, todo parece estar alineado para que el proyecto, sin duda uno de los más importantes que el país emprenderá en este siglo, resulte muy exitoso y beneficioso para todos.