PBI: La Tasa Anualizada ya Va Hacia Arriba

Cada punto de este gráfico señala el crecimiento acumulado de nuestra economía en los últimos doce meses, es decir, el crecimiento anual de nuestro producto bruto interno (PBI) hasta ese momento. 

Como se comprueba, dicha tasa había sido positiva hasta febrero del año pasado. Pero en marzo, debido a la paralización de la mayoría de actividades en el intento de frenar la pandemia, comenzó a decaer notoriamente, y se hizo negativa en abril, cuando la economía se desplomó casi 40%, generando una tasa anual de -2.50%.

Luego, la secuencia desfavorable continuó, y si bien la paulatina reapertura de actividades comenzó a generar caídas mensuales cada vez más leves, la tasa anualizada continuó cuesta abajo.

Felizmente, esa tendencia ha terminado, pues en marzo, gracias al muy fuerte rebote de 18.21% del que nos acaba de informar el INEI, la tasa anualizada ya dejó de caer, y ha comenzado a recuperarse, como lo señala la flecha verde del gráfico, que apunta a una tasa de -9.48%, claramente mejor que la del mes previo (-11.94%).

La evolución favorable continuará en los siguientes meses, con una línea creciente, que dentro de pocos meses volverá al terreno positivo, y finalizará el año indicando una expansión de alrededor del 10%.

Esa rápida reactivación se logrará gracias a los sólidos fundamentos de nuestra economía, que ahora mismo, aparte de la estabilidad de precios que nunca perdió, ya viene mostrando recuperación de la recaudación tributaria y disminución del déficit fiscal (generado por la urgencia de apoyar a los sectores golpeados por la pandemia y la caída de la recaudación). Ese restablecimiento del dinamismo también permitirá volver a reducir el índice de pobreza, que había retrocedido notablemente en los últimos años, pero lamentablemente se volvió a incrementar, y muy fuertemente, el año pasado, no por deficiencias del modelo, sino por la equivocada política de cerrar en exceso la economía en el afán de frenar la pandemia.

Claro, la recuperación dependerá en un enorme grado de la decisión política que tomemos el próximo mes, en la segunda vuelta electoral. Si no cometemos el garrafal error de elegir la opción que busca destruir el  actual modelo económico, sin duda la inversión seguirá fluyendo y propiciando el crecimiento, y esa línea azul cada vez estará más alto, mejorando el nivel de vida de toda la población.