Y estos, al igual que los de junio, brindan señales poco alentadoras respecto de los cuatro sectores que divulgaron información.
Es que dos de ellos siguieron teniendo cifras muy negativas: la Pesca, que permaneció cayendo grandemente debido al calentamiento del mar por el Fenómeno del Niño (y seguramente volverá a afectar seriamente al subsector Primario de la Manufactura), y el rubro Consumo Interno de Cemento (principal componente de la Construcción), que volvió a retroceder significativamente, aunque bastante menos que en junio.
Felizmente, la muy importante Minería e Hidrocarburos avanzó bien (a tasa de dos dígitos), y también siguió al alza el subsector Electricidad.
De otro lado, la inversión pública disminuyó 9.5%, y también se redujo el crédito al sector privado (crecieron los créditos de consumo e hipotecarios, pero disminuyeron los empresariales). Las importaciones volvieron a caer fuertemente (especialmente las de bienes de consumo y materias primas y productos intermedios, y algo menos las de bienes de capital y materiales de construcción).Además, aumentaron las recaudaciones del IGV e ISC, pero disminuyó la de los tributos aduaneros. Por su parte, la población ocupada aumentó 3.13%, y continuó el fuerte incremento del arribo de pasajeros en vuelos internacionales. La venta e inmatriculación de vehículos nuevos continuó acelerando, esta vez a una tasa de más de 10%, y la morosidad bancaria creció por cuarto mes consecutivo, ahora a 4.24%.
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