Es mucho más rápida, mucho más económica, permite llegar fácilmente a zonas complicadas, reduce la exposición al cargar los insumos en el equipo y disminuye el riesgo de contacto con los productos químicos. Por si fuera poco, permite un seguimiento visual cercano a los cultivos, pues los drones pueden ser equipados con cámaras.
El vídeo adjunto (de una empresa mexicana), además de explicar su funcionamiento, se refiere a esas formidables ventajas.
En nuestro país, donde la agricultura está creciendo sostenidamente y modernizándose, los drones están operando desde hace un buen tiempo. Un reciente ejemplo al respecto es el que según la agencia Andina está ocurriendo en el valle de Tambo, provincia de Islay, región Arequipa. Allí se ha fumigado hace poco con estos vehículos 2,200 hectáreas de cultivos de arroz, papa, zapallo, páprika, ajo, trigo y cebolla.
Mientras anteriormente se requería medio día de trabajo para fumigar una hectárea de terreno, hoy se requiere apenas veinte minutos. Y mientras el costo (incluidos insumos y jornal) ascendía a 290 soles, hoy apenas llega a 90, con un considerable ahorro de 200 por hectárea.
Eso viene aconteciendo gracias a la empresa Southern Perú, que con su flamante programa Tecnificando el Agro el año pasado benefició a 400 familias, y en el actual está beneficiando a 1,200.
Fotos: Andina
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