La tuneladora (TBM) Delia, la primera que inició operaciones en la subterránea Línea 2 del Metro de Lima y Callao, volvió a la tarea.
Así se comprueba en estas fotos del MTC, que atestiguan que, después de haber permanecido inactiva durante más de un año unos metros al este de la estación 28 de Julio (número 16 de la línea), la enorme máquina por fin ha reiniciado su fundamental labor de perforación y simultáneo revestimiento, ingresando a ese recinto.
Esa paralización de sus labores, que se habían iniciado en la estación San Juan de Dios (19, donde fue ensamblada) y prosiguieron en la ruta de las estaciones Circunvalación (18) y Nicolás Ayllón (17), se debió a que la estación 16 demoró muchísimo para comenzar su construcción.
Felizmente, una vez ocurrido el hecho (a inicios de octubre del año pasado) se ha avanzado aceleradamente, y gracias a eso y a la adopción de medidas de emergencia se ha podido llegar a esta fase del trabajo en poco menos de un año. Estas medidas incluyeron, entre otras, la decisión de dejar abiertos los techos de los dos niveles de la estación (vestíbulo y andén), para permitir una excavación, un retiro del material y una construcción mucho más rápidos. Por eso una buena parte de los techos del recinto no son, como en las demás estaciones, producto de un vaciado normal de concreto, sino de de la colocación de grandes placas prefabricadas de ese material.
Así las cosas, Delia ha podido volver a entrar en acción. Y tendrá vía libre para avanzar rápidamente, pues las dos estaciones que siguen, Cangallo (15) y Plaza Manco Cápac (14), están desde hace muchos meses totalmente listas para que pase por ellas. Eso hace prever que a mediados del próximo año estará muy cerca de la Estación Central (13), la que, lamentablemente, también por la ineptitud de las autoridades y no haber iniciado trabajos, está ad portas de generarle a Delia una nueva paralización.
Es como si los jugadores de la selección se tomaran foto celebrando por haber metido un gol, en una goleada en la que nos van ganando 30-1. No tienen vergüenza realmente. Es nefasta la ineptitud e incapacidad de resolver los conflictos que han generado tantas paralizaciones, y que aun no se resuelven en el caso de la estación central. Dicen que se han levantado las observaciones pero todo sigue paralizado.
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