Eso se comprueba en estos gráficos recién publicados por la Asociación Automotriz del Perú (AAP), que muestran las cifras de crecimiento para el período enero-agosto de cada uno de los últimos ocho años.
En ellos se puede ver que, excepto los minibus y ómnibus, en todos los tipos de vehículos ya se superó las cifras del año anterior, y en un par de casos ya se logró eso frente a casi todos o todos los años previos.
Según la entidad, ese gran avance ha ocurrido por diversos motivos, por ejemplo la baja base de comparación (el desastroso año pasado).
En el caso de los vehículos livianos (96,468 unidades, entre automóviles, camionetas, pick up, furgonetas, station wagons, SUV y todoterrenos) otros factores han sido la mejora del consumo privado y la paulatina recuperación del empleo e ingresos de las familias, así como la mayor disponibilidad de recursos por la liberación de fondos de las AFP.
Respecto a los vehículos pesados (9,914 unidades), el otro factor importante ha sido la recuperación de diversos sectores vinculados al transporte de bienes, insumos y mercancías, como el minero, construcción, comercio y otros.
En lo que atañe a ómnibus y minibús (1,128 unidades), el resultado negativo se explica porque el sector de trasporte de personas no viene operando en toda su capacidad debido a las restricciones implementadas para disminuir el nivel de contagios del COVID-19.
En cuanto a los vehículos menores (288,320 unidades: 198,525 motos y 89,795 trimotos), su gran avance se debe especialmente a la masiva compra de motos, por ser un medio de transporte que permite respetar las medidas de distanciamiento social en pandemia, y porque puede ser empleada como herramienta de trabajo (delivery y entrega a domicilio).
La AAP señala que ese fuerte dinamismo llevará a cerrar el año con un importante rebote de dos dígitos en todas las subcategorías. Pero advierte de la incertidumbre asociada al nuevo gobierno, que podría atenuar este proceso de recuperación el próximo año.
"Esa incertidumbre está materializada en el alza del tipo de cambio (también impactado por el contexto internacional) y en el deterioro de las expectativas empresariales, y por ende de la inversión privada y de la confianza del consumidor. Por tal motivo, es importante que la actual administración brinde señales claras al mercado respecto a su política económica así como de respeto a las actuales reglas de juego, que incentiven una mayor inversión y consumo privado, pilares importantes en el crecimiento económico del país."
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