En realidad, se trata de una frase no solo aplicable a la actividad aérea, sino, como bien se señala allí, a todo el país, y, por su intermedio, a todas las múltiples actividades que se desarrollan dentro de él.
Es que todo el Perú resultó durísimamente golpeado por la terrible circunstancia, como lo demuestran las cifras de las numerosísimas muertes, y también las del desplome económico, ambas entre las más dramáticas no solo a nivel continental sino también mundial.
Felizmente, tras la tempestad está llegando la calma, y ahora el panorama comienza a mostrarse bastante más alentador, pues los efectos de la enfermedad se van atenuando, y la economía comienza a mostrar crecientes señales de recuperación, gracias a sus buenos fundamentos, que felizmente se mantuvieron sólidos. Reponiéndose de los padecimientos de la traumática experiencia, nuestro país comienza a mirar nuevamente hacia adelante e intenta volver a despegar.
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