Existen diversas herramientas para medirlo, siendo una de las más empleadas el EMBIG (Emerging Market Bond Index Global o Índice Global de Bonos de Mercados Emergentes) o EMBI+. Este toma en cuenta la diferencia de rendimiento entre los bonos en dólares emitidos por el país en evaluación y los del Tesoro de Estados Unidos (considerados los más seguros del mundo). A más diferencia, mayor nivel de riesgo.
Al cierre del año pasado el nivel promedio de riesgo latinoamericano fue de 354 puntos básicos (pbs, 3.54 puntos porcentuales), bastante más alto que el de fines del año 2019 (308 pbs), pero muchísimo más bajo que el exorbitante nivel de 775 pbs al que llegó el 23 de marzo, cuando la pandemia se comenzaba a extender, generando gran desconcierto y temor y obligando a paralizar gran parte de la actividad productiva en casi todos los países, y a enfrentar a corto y mediano plazos menores ingresos y una disminuida capacidad de pago de sus deudas.
Tal como a fines del 2019, el Perú es el país de menor riesgo, con 132 pbs. Pero a diferencia de entonces ya no son Panamá y Chile los países que lo escoltan. Ahora es Uruguay, que a diferencia de los tres nombrados no incrementó su riesgo, sino más bien lo redujo, y ahora, con 135 pbs se halla muy cerca del Perú, al que ya superó en numerosos días de los dos últimos meses.
Más atrás se ubican Colombia, Paraguay, Guatemala, Brasil y Honduras, todos con menos de 300 pbs.
El gigante regional, Brasil, ha incrementado moderadamente su riesgo en el año, y un crecimiento más notorio ha ocurrido con México, otrora uno de los países más confiables, y que ahora se halla muy rezagado.
Los tres mayores niveles de riesgo corresponden a Ecuador, Argentina y Venezuela. Ecuador, gracias a la exitosa renegociación de su deuda, redujo considerablemente su riesgo en comparación con el enorme de más de 6 mil pbs que había padecido en la primera mitad del año. Argentina, si bien igualmente lo ha reducido, genera muchas más dudas, por su muy delicada situación financiera, y porque no da señales claras en la ruta correcta. Venezuela, por su parte, no deja de elevar su dato (más de 60% en el período), significando ello que debería pagar tasas astronómicas para intentar conseguir financiamiento internacional.
Los tres mayores niveles de riesgo corresponden a Ecuador, Argentina y Venezuela. Ecuador, gracias a la exitosa renegociación de su deuda, redujo considerablemente su riesgo en comparación con el enorme de más de 6 mil pbs que había padecido en la primera mitad del año. Argentina, si bien igualmente lo ha reducido, genera muchas más dudas, por su muy delicada situación financiera, y porque no da señales claras en la ruta correcta. Venezuela, por su parte, no deja de elevar su dato (más de 60% en el período), significando ello que debería pagar tasas astronómicas para intentar conseguir financiamiento internacional.
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