Dándole Espacio al Aeropuerto de Pisco

Muchas de las áreas circundantes a los aeropuertos concesionados se encuentran ocupadas, y eso impide que estos ejecuten sus planes de mejora y ampliación de infraestructura, retrasando sus proyectos.

Teniendo en cuenta ese problema, el Decreto Legislativo 1364, promulgado en julio del año pasado, estableció medidas excepcionales para solucionarlo de forma voluntaria y pacífica.

Mediante estas se identifica (con un empadronamiento) al beneficiario, se obtiene la libre disponibilidad física de las áreas requeridas y se le entrega un reconocimiento económico extraordinario (un pago único equivalente a 4.9 UIT, es decir S/ 20,580) por la entrega voluntaria del área requerida. Este incluye mejoras, traslado y/u otros. Si el beneficiario no acepta el reconocimiento, el MTC procede a recuperar el área requerida, en el marco de sus competencias.

Felizmente, el retiro voluntario está funcionando. Al menos, así acaba de ocurrir en el aeropuerto de Pisco, uno de los más afectados por el problema, al hallarse prácticamente incrustado en la zona urbana. Eso hace que su zona de ingreso del público esté sumamente bloqueada por viviendas, talleres y otros ambientes que le impiden tener un adecuado espacio para parqueo, una vía de acceso aceptable y otras comodidades propias del aeropuerto internacional de intenso movimiento en operaciones low cost (y alternativo al Jorge Chávez) que aspira a ser.

Las noticias, ciertamente gratas, de los últimos días, dicen que los pobladores de los tres asentamientos humanos colindantes acaban de liberar 105 predios, dando vía libre en dicha zona a los planes de mejora de la empresa concesionaria.