Ese último terrible dato era, por obvias razones, el más preocupante, pues se mantenía persistentemente alto, al punto de haber convertido al Perú en el país con el mayor número de muertes por millón de habitantes en todo el mundo.
Afortunadamente, ha comenzado a ceder desde la primera quincena de agosto. Así lo certifica este interesante gráfico, tomado de la web de Rodrigo Parra, que señala con una línea roja (basada en datos del Sistema Informático Nacional de Defunciones-SINADEF) el número total de muertes diarias ocurridas en nuestro país a lo largo del presente año.
Hasta fines de marzo, esa línea se movía de manera muy parecida a la línea negra del año pasado, indicando un promedio aproximado de 300 muertes diarias. Pero desde abril se separó abruptamente y se fue a las nubes, de tal manera que en junio y julio se llegó a tener más de 900 muertes diarias (es decir alrededor de 600 atribuibles a la pandemia).
Afortunadamente, hoy la realidad ya es mucho más alentadora, pues el número diario de decesos ha vuelto a ser como el de abril, con menos de 600 muertes diarias por todo motivo (es decir, con menos de 300 atribuibles a la pandemia). Y es clarísima la tendencia a la baja.
Obviamente, esta es solo una noticia alentadora, que no implica en absoluto que se haya ganado la batalla contra la enfermedad. Solo se podrá hablar de eso cuando la línea roja sea prácticamente idéntica a la del año pasado. Mientras tanto, es indispensable continuar acatando rigurosamente todas las medidas preventivas recomendadas.
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