Y hacemos lo propio con los mensajes que siguen, que reflejan la posición sobre el tema de destacados profesionales de distintos campos de actividad y de diversas tendencias políticas, algunos de ellos críticos a la gestión del mandatario, como el periodista Jaime de Althaus.
Lo hacemos porque, al igual que ellos, consideramos que el presidente, como cualquier otro peruano, debe ser investigado, y, de ser el caso, sancionado, pero únicamente cuando se demuestre, con pruebas irrefutables, que ha cometido delito. Es absurdo decidir algo tan grave como una vacancia presidencial en la forma precipitada que se viene haciendo, y basándose únicamente en audios que no ofrecen certeza acerca de lo que se pretende demostrar. Y cuando solo faltan siete meses para unas elecciones generales que ya han sido convocadas y en las cuales Vizcarra no participará.
Si hay algo que no necesita el país en estos momentos de grave situación sanitaria y de intento de recuperación económica es una situación política caótica, promovida por grupos que se han visto y se siguen viendo afectados por acertadas decisiones de este gobierno, entre ellas la de buscar impedir que postulen al congreso personas con sentencias judiciales o promover el licenciamiento de las universidades, para que dejen de funcionar aquellas que por su ínfimo nivel constituían una estafa para los estudiantes.
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