La Pandemia, a la Luz de las Cifras del SINADEF

Este excelente gráfico muestra con nitidez, y con la valiosa ayuda de datos y fechas referenciales, las diversas etapas de la evolución de la pandemia del COVID-19 en el Perú.

Para elaborarlo, su creador Cholega empleó las cifras de muertes totales diarias reportadas por el Sistema Informático Nacional de Defunciones (SINADEF). Estas permiten obtener, restando las que suelen ocurrir en promedio en años normales (unas 300 diarias), las atribuibles al virus.

Se aprecia que tras producirse el primer caso, e iniciarse la cuarentena, la situación se mantuvo en los niveles de siempre. Pero en abril comenzó la escalada de fallecimientos, la misma que continuó sin pausa al decretarse la impostergable primera fase de la reactivación.

Tras eso, la situación se estabilizó relativamente, lo que permitió iniciar, desde los primeros días de junio, la segunda etapa de reapertura. Y la situación prosiguió en franca mejoría en la segunda mitad de dicho mes.

Pero el inevitable fin de la cuarentena desde inicios de julio (porque la población ya no resistía más el encierro y porque la economía ya no podía soportar una paralización más extensa) y el inicio de la tercera fase de reactivación (esta vez en un número mucho mayor de rubros) tuvo un gran efecto negativo, que el país entero tuvo que asumir, porque no había alternativa. Ya no se trataba de restringir la movilidad de las personas ni la actividad económica, sino de apelar a la responsabilidad individual, para intentar normalizar las cosas, con cada uno haciéndose cargo de que la situación no se volviera incontrolable.

Así las cosas, como lo demuestra el gráfico, hubo un aumento del número de muertes en julio y los primeros días de agosto, al punto de que el día 3 de ese último mes se batió el record. Felizmente, ese fue el pico, y desde entonces la situación ha comenzado a mejorar notoriamente, apuntalada por medidas como el restablecimiento de la restricción de los días domingo, la dura pero indispensable campaña mediática "No Seamos Cómplices", el establecimiento de cuarentenas focalizadas y la reactivación del primer nivel de atención.

Paralelamente, la economía se halla en proceso de clara reactivación frente a sus niveles de los meses anteriores, aunque, obviamente, aún está muy por debajo de los del año pasado.

No queda sino seguir esforzándose al máximo para que la fatídica curva regrese a su posición normal, y luego impedir a toda costa que se genere un rebrote, como los que vienen ocurriendo en países que se confiaron en exceso frente a un virus que solo será derrotado definitivamente cuando se aplique masivamente la vacuna.