Con ello, asimismo, no dejó dudas de que la empresa concesionaria, el MTC y los organismos técnicos pertinentes (ATU y OSITRAN) hicieron lo correcto al recurrir, hartos del entrampamiento propiciado por él, a una instancia legal que, a diferencia de la necia instancia municipal, sí les permitiera salir del punto muerto y continuar una obra fundamental.
No conforme con eso, y de forma irresponsable, ahora está recurriendo a los tribunales, sin importarle que ello podría originar una orden de paralización de los trabajos, que no solo afectaría gravemente todo el proyecto y a millones de limeños, sino también le significaría nuevas cuantiosas pérdidas al Estado peruano, por las multimillonarias demandas que la concesionaria interpondría y sin ninguna duda ganaría.
El megaproyecto de la Línea 2 ha caminado mal, no por hechos de corrupción ni por fallas en el contrato, sino por la pésima gestión del MTC, que con su escandalosa incompetencia incumplió una y otra vez su parte del acuerdo, provocando una tremenda demora que ha perjudicado a toda la población limeña y desprestigiado injustamente un proyecto y una forma de trabajo (asociación público-privada) a todas luces positivos. Pero eso no justifica la necia actitud del alcalde, que en lugar de colaborar para atenuar el problema, se afana en agravarlo.
Totalmente de acuerdo con la opinión aquí vertida, no puedo entender tanta necedad del alcalde por paralizar una obra que será en beneficio de todos los limeños, me pregunto acaso cuando empiece el a hacer sus viaductos, puentes etc., no va a interrumpir el tránsito por esos lugares??
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