Ese enfoque le ha permitido llegar a la expectante situación actual, en que está a punto de erigirse, no solo gracias a Chancay, sino a todos los proyectos que tiene en desarrollo o en agenda, en hub sudamericano.
Una situación que si bien no impedirá que los puertos chilenos sigan creciendo y desarrollándose, en el largo plazo les restará protagonismo en cuanto a rutas y servicios, pues tendrán que limitarse, con buques más pequeños, a ser feeders o alimentadores de ese gran puerto central. Y eso tendrá implicancias desfavorables en cuanto a tiempos y costos, sobre todo en las cargas que no se basan en grandes volúmenes.
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