Lo ha hecho ante la insinuación de diversos analistas de que la elección del nombre León XIV por parte del pontífice estadounidense-peruano recientemente elegido responde a una convicción supuestamente socialista, partidaria de una política redistributiva liderada por el Estado, en línea con el afán de justicia social que había puesto de manifiesto León XIII en esa famosa encíclica de finales del siglo XIX.
Por eso Rallo, con buen criterio, se dedicó a analizar ese importante documento. Y ha concluido que de ninguna forma dice lo que esos comentaristas sostienen, sino más bien cosas muy distintas, explicadas con gran detalle y rigor en el video adjunto.
El documento deja claro que León XIII buscaba la justicia social, entendida como el propósito de que todas las personas se beneficien del progreso económico y social, pero de ninguna manera proponía lograrla recurriendo al protagonismo estatal a través de políticas redistributivas insostenibles ni mucho menos violatorias del derecho de propiedad.
Como bien dice Rallo, el referido papa más bien dejó en claro su profundo rechazo a las políticas socialistas. El párrafo señalado no deja dudas al respecto, pues las culpa de atizar el odio, de pretender acabar con la propiedad privada en favor de un Estado todopoderoso, y de ser injustas, pues terminan perjudicando a los propios trabajadores.
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